El fiscal de Instrucción, Leandro Estrada, informó este martes que “Mario Luco no murió asfixiado, murió por lo que denominamos una muerte clínica, un infarto agudo de miocardio, tampoco presentaba en ninguna parte de su cuerpo lesiones de defensa o lesiones producto de un ataque”.
Otro de los datos que se brindó fue que se encontró el cuerpo una hora después de su fallecimiento.
Apuntes de San Luis le realizó una entrevista a Estrada en la que especificó: “Su cabeza, su cráneo estaban ilesos en las radiografías que se la realizaron e indicaba que no tenía ninguna lesión en la estructura ósea ni en la cabeza ni en sus manos”.
Y agregó que la única lesión que presentaba era una úlcera de vieja data producto de la diabetes en una de las extremidades inferiores, es decir, en uno de los pies.
Estrada anticipó que faltan los resultados de las pericias de huellas dentro del domicilio de Luco y que “no había signo de violencia en la puerta de ingreso”.
En cuanto a testigos o vecinos, el fiscal dijo que “es información negativa, nadie vio nada. En la cuadra de Mario no había cámaras, pero si alrededor en las calles paralelas e incluso un negocio que son analizadas”.
También aclaró si hubo una persona que se presentó de manera voluntaria a declarar el martes por la noche, el mismo día que se encontró muerto a Luco, “fue para explicar por qué tenía su teléfono y dijo que estuvo con Mario el lunes, el día anterior”.
El fiscal de instrucción del caso resaltó que “no se puede efectuar ninguna clase de hipótesis ni abrir juicio de valor imprudente hasta que no sigamos con las pruebas. Se habló de homicidio en función de que se lo descubrió con una bolsa en la cabeza, pero fue apresurado e incorrecto porque también podría tratarse de una acción voluntaria, que es probable, pero vamos a seguir investigando”.
Y añadió que las conclusiones serán dentro de unos meses luego de analizar las pruebas que faltan: “Podemos hablar de una misteriosa muerte e intrigante, pero vamos a seguir investigando”.
