El índice de inflación general que mide el INDEC no da cuenta de otro de los efectos más perniciosos de la desbandada de los precios: la consagración de la desigualdad. Mientras el osobuco subió más de un 80% en dos años la colita de cuadril “apenas” se encareció un 50%.
La inflación golpea con dureza el bolsillo de los trabajadores. A la dificultad que demostraron en los últimos años los salarios para seguirle el ritmo al aumento de precios se sumó otro efecto no siempre tan evidente: el de la profundización de la desigualdad. Es que la magnitud de los aumentos es dispar según se trate de productos de consumo populares o bien de los considerados premium.
Por caso mientras el osobuco, un clásico corte popular que se utiliza para hacer pucheros y sopas, subió un 83,22% en la era Macri, la colita de cuadril “apenas” un 50,05%, según se desprende de los datos que maneja el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
Fuente: Minutouno