Padres primerizos denunciaron que hubo una mala praxis en el momento del parto de su hijo que nació vivo, pero a los pocos minutos falleció y la autopsia determinó que fue por “asfixia”.

El episodio ocurrió el 28 de diciembre cuando una mamá de 22 años acude con contracciones al Policlínico Regional de Villa Mercedes para dar paso al proceso del parte de un bebé que tenía 39 semanas.

Sebastián Fernández, denunciante y papá de Oliver, el bebé que falleció, contó que alrededor de las 17.00 ingresaron a la guardia a la mamá en proceso de parto y al tener 6 de dilatación para lograr un parto normal, “le colocaron suero y un gotero y esperar a que dilatara más”.

“Cuando ella ya tenía 8 d dilatación y logró uno más, me hicieron salir afuera, pero me quedé en un pasillo donde pude ver como trataban los médicos a la mamá de mi hijo. Paso una hora y media para recién controlar los latidos del corazón, cuando ella ya tenía la bolsa rota, la colocaron de un costado, de otro y solo boca arriba lograron escuchar el corazón del bebé, pero en ese momento comenzaron a los gritos los doctores, pidieron una camilla y no me daban información”, detalló Fernández.

Además, recordó que hacía una semana atrás, la mamá primeriza se realizó el control donde el bebé pesaba dos kilos ochocientos diez gramos y “estaba todo normal”.

Del episodio, el papá de Oliver continuó su relato recordando que “una enfermera se subió a una camilla y con la mamá en cuatro le golpeaban la panza para que saliera el bebé, además, el médico le decía que si no se apuraba el bebé se podía morir”.

“Una doctora que viene sacando las cosas que ellos se ponen para ir al quirófano y me dice ‘papá discúlpeme, pero hicimos todo lo que pudimos, pero a su hijo no lo pudieron salvar’, le dije que no podía ser porque el bebé estaba sanito”, lamentó.

Fernández resaltó que tras la lamentable situación “nadie nos explicó nada, nadie se hizo responsable, se culpaban entre ellos y el médico me pidió perdón, no tiene la conciencia tranquila de que hizo bien las cosas”.

El médico forense le informó a la familia del bebé que falleció “que había tragado líquido, que le había enfocado un pedacito de ese corazón, un pedacito de su pulmón y un pedacito de su tráquea y que todo eso lo mandaron hacer una autopsia para que los resultados estarán dentro de 15 días pero que el bebé estaba sano, no tenía ninguna enfermedad”.

La familia de Oliver anticipó que convocan a una marcha para el próximo miércoles a las 19.00 en la plaza San Martín que se cumplen dos semanas de su fallecimiento.