Relevamientos señalan que la canasta básica subió por debajo de la inflación esperada

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El 2022 cerró con una desaceleración en la suba de los alimentos. Así, al menos, se desprende de distintos relevamientos privados, que ubican el incremento de este sector por debajo del nivel general de la inflación. Es el caso, por ejemplo, de la canasta básica que releva la agrupación Consumidores Libres.

De acuerdo a esta entidad, el conjunto de productos que componen la canasta subió en diciembre 4,3%, por debajo de la inflación estimada por consultoras privadas para el último mes del año, que proyectan que volvió a ubicarse por encima del 5%. De esta manera, la canasta de alimentos acumuló en el año una suba del 85,8%, también por debajo del Índice de Precios al Consumidor que releva el INDEC.

Al observar los distintos segmentos que componen dicha canasta, se destaca que los productos de almacén subieron en diciembre un 5,4%. Lo que más se incrementó fue el “pan fresco”, con un alza del 10%; seguido por los huevos (8%) y los fideos (6,9%).

En el año, el rubro almacén acumuló una suba de 111,6%. El azúcar encabezó los incrementos en el 2022 (228%), seguido por la harina (169%) y los fideos (142%). El aceite de girasol trepó 137,6% y el pan fresco, 129%.

En tanto, las frutas y verduras subieron 5,1% en diciembre. La zanahoria fue el producto que más se incrementó (27,8%), seguida por la naranja (15,8%). En el año, este segmento trepó 125%: la cebolla fue lo que más subió (333%), mientras que la papa negra trepó 321% y las zanahorias, 158%.

Las carnes, por su parte, subieron 3% en diciembre, con incrementos encabezados por la bola de lomo (5%), la paleta (2,8%) y el asado (2,7%). En el año, las carnes treparon 57,8%, muy por debajo de los rubros de almacén y frutas y verduras. La bola de lomo tuvo un alza del 60%, mientras que el asado lo hizo un 59,4%.

Es que, en los últimos meses, el precio de la carne subió muy por debajo del nivel de inflación general y del resto de los alimentos. Según explicaron desde el sector, esto se debió a dos factores: por un lado, “una caída en la demanda producto de la pérdida del poder adquisitivo”. Por otro, debido a la sequía se dio un incremento en la oferta ya que “los productores no podían quedarse con los animales en el capo y los terminaron rápidamente en un corral para mandarlos al mercado”.

Fuente: Ámbito Financiero