Sueldos 4.0.: la industria de la tecnología

Estamos en la era de la revolución tecnológica, la era de la automatización y de la globalización donde el trabajo es de corte cualitativo y menos cuantificativo. El trabajo o las relaciones laborales como las conoces ya no tienen sentido. La era tecnológica esta acá y debemos adoptarla y mutar hacia el trabajo del futuro donde la inversión en capital humano mediante la capacitación y el incentivo de la calidad de vida, luego de un virus que acecho el mundo entero, hizo que las relaciones humanadas cambiaran.

La industria de la tecnología (IT) juega en punta a la hora de la paga de los salarios más alto del mercado laboral.

Programadores, lideres técnicos, desarrolladores de software, expertos en ciberseguridad, ingenieros tecnológicos y experto en Inteligencia artificial son los puestos más contratados por Brasil, Colombia Perú y Argentina.

Contrataciones, Freelances, que oscilan de $1.500.000 de mínima y hasta $3.000.000 a tiempo completo con una virtualidad y trabajo a distancia al 100%, cuando en nuestro país siguen insistiendo en una presencial en actividad que ya perdieron su productividad.

En donde nuestro país la medición de los sueldos promedio de los dependientes estables privados (RIPTE) oscilan en promedio $581.000, en un mercado y relaciones laborales tradicional y vetustas, la industria de la tecnología triplica ese promedio.

Por ese motivo, abordar la automatización para generar empleo y encontrar los nuevos modos de vinculación laboral están relacionados con la económica del conocimiento y la cuarta revolución industrial. Para ello, es necesario salir de la dependencia y un poco de la independencia y comenzar con la interdependencia donde la oportunidad y el desarrollo humano y colectivo es claro para crecer.

La interdependencia combina sus propios esfuerzos, habilidades y sus méritos con los de otros para alcanzar metas, propósitos y objetivos superiores en una industria especifica

La Argentina merece un debate serio, profundo y moderno sobre la necesidad de una modernización del mercado laboral y la adaptación de las normas laborales al mundo en el que vivimos.

Con el auge de la tecnología, comenzó a forjarse una nueva división de las tareas de producción entre la automatización y las personas. No veamos la automatización y la revolución tecnológica como algo malo, sino como algo innovador y superador.

Fuente: ámbito