Un estudio difundido en los últimos días por el codirector de la Maestría en Econometría de la Universidad Torcuato Di Tella, Martín González Rozada, dejó datos preocupantes sobre la situación social y económica de la provincia.
Entre otros aspectos, el informe señala que el 47,3% de los sanluiseños se ubica por debajo del nivel de pobreza; y que el 64,4% de los menores de 17 años vive en hogares pobres.
Para el análisis, el econometrista se basó en los datos de Distribución de Ingresos del tercer trimestre del 2022 que publicó el INDEC en los últimos días y la referencia de la Canasta Básica Total (CBT) y la Canasta Básica Alimentaria (CBA) de ese mismo periodo. La CBT y la CBA son los instrumentos del organismo para determinar los niveles de pobreza e indigencia.
En los rubros analizados por González Rozada, San Luis se ubica muy por encima de la media nacional: la tasa de pobreza promedio del país fue del 39,8%; mientras que los niños y adolescentes que viven en hogares que tienen ingresos menores a la CBT representan el 52,9%.
El dirigente social y político, y referente del Movimiento Evita en San Luis, Daniel Sosa, resaltó que la situación es “preocupante” en los barrios de la provincia y consideró que “la política tiene que hacerse cargo”, aunque remarcó que es consecuencia del “daño económico que ha producido el neoliberalismo no solo en Argentina sino en el mundo”.
“Este fracaso estrepitoso del modelo capitalista está trayendo esto en distintos países. No justifica lo que pasa en el país y en San Luis, pero el mundo entero también tiene esta situación, estos niveles de empobrecimiento de los sectores más juveniles”, señaló.
En este sentido, agregó: “Responsabilizo al Estado, pero también tiene responsabilidad el modelo político que impulsó etapas del Estado que impulsó esa inequidad”.
Por otro lado, dijo que “se nota mucho la pobreza” sobre todo “en el universo que cobra la Asignación Universal por Hijo y el plan Potenciar o el Plan de Inclusión, que no alcanza a 120 mil o 130 mil pesos, que no pueden comprar zapatillas, ropa o guardapolvo para la escuela”.
Sectores de los barrios 9 de Julio, República, 1° de Mayo o La Vecindad, en San Luis capital, en las zonas aledañas de Juana Koslay, y el Kilómetro 4 de Villa Mercedes suelen los que más exhiben esta cruda realidad, remarcó Sosa.
Una de las causas de ese panorama, analizó, es “la caída brutal en los últimos 10 años del empleo formal, la desaparición del trabajo que nosotros concebimos alguna vez como trabajo, con recibo de suelo”.
También evaluó que la falta de oportunidades laborales y la proliferación de los planes sociales “trae aparejada una derrota cultural: hay pibes que se levantan al mediodía porque el papá se levantaba al mediodía porque no tenía trabajo”.
Pero afirmó que “la mayoría (de los beneficiarios de planes sociales) sí quiere trabajar, sí quiere estudiar; hay una recuperación de la cultura del trabajo”.
Y volvió a apuntar a la política como mecanismo para solucionar las desigualdades: “Tenemos que corregir para que nuestros pibes tengan la chance de vivir felices. Esa tiene que ser nuestra principal aspiración, sino ¿para qué mierda hacemos política?”.
